Por Valeria Aguilar Lara
@hora_resulta
Hoy tuve la fortuna de ver
una película sencilla en cuanto a la historia y valores de producción pero muy
disfrutable, de esas que vale mucho la pena ver.
“La mujer de Benjamín” (1991)
la ópera prima del director Carlos Carrera (“El crimen del padre Amaro”) es una
historia cotidiana sobre un hombre maduro llamado Benjamín (Eduardo López Rojas)
quien es flechado por una hermosa muchacha del pueblo, Natividad, (Arcelia
Ramírez) mucho más joven que él y, a quien buscará en todos sus intentos
hacerla su mujer, incluso si es mediante un secuestro.
Las actuaciones son muy
naturales y el director supo recrear ese ambiente de provincia en donde los
pobladores se enteran de la vida de otros y su lengua es una carga con la que
hay que lidiar.
A pesar del rechazo que le
profesa Natividad, Benjamín con su insistente amabilidad logra, aunque sea en
poca cantidad, agradar a la mujer y convencerla de quedarse a vivir con él, sin
embargo, ella es tan joven e inmadura que llevará a cabo otros planes.
Cabe resaltar la
participación de Eduardo Palomo, aquél joven actor que por desgracia perdió la
vida hace unos cuantos años. Realmente tenía un trabajo actoral versátil y creíble,
por lo menos, en esta cinta dejó ver su talento histriónico.
“La mujer de Benjamín” es de
esas historias valiosas dentro de nuestra cinematografía nacional, de esas que
su sencillez demuestra que el guión fue un excelente inicio y la dirección una
sucesión muy atinada.
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