Andrea González
@kissmeorfuckyou
El horror se reinventa cuando vemos un corto de los Hermanos
Quay y sentimos como la pantalla nos devora. Una fuerza nos impide retirar la
vista de las marionetas y de sus grotescos movimientos, sentimos una
fascinación terrible por el rostro infantil de los muñequitos que nos recuerdan
aquello que más nos atemorizaba cuando éramos niños: la oscuridad.
Presenciamos, con temor, cómo los objetos empiezan a moverse solos, cómo las
imágenes vibran y se saltan la imagen en la pantalla, como luz y oscuridad se
intercalan sólo para confundirse en una especie de oxidación opaca, y puede que
pensemos que es fruto de nuestra imaginación, pero no: estamos ante la obra de
los Hermanos Quay.
Los gemelos
idénticos Timothy y Stephen nacieron en Pennsylvania en 1947, y desde los años
setenta se han dedicado a incomodar al espectador con su stop motion. Su primer
contacto con el cine consistió en ilustrar portadas: trabajaban con libros de
género fantástico, y, de hecho, la primera portada de La naranja mecánica, de Burgess, la realizaron ellos. Su obra está
llena de elementos visuales influenciados por el arte surrealista y el
expresionismo. Los críticos no se han puesto de acuerdo aún sobre cómo
clasificar su obra, pero todos están de acuerdo en que el objetivo es angustiar
al público. Entre sus trabajos más importantes encontramos The Cabinet of Jan Svankmajer, de 1984, la cual, por cierto,
dedicaron a su maestro y principal influencia, Jan Svankmajer, Street of Crocodriles de 1986 y In Absentia, en el año 2000.
Estos
extraños animadores se valen de la repetición de imágenes y de música
experimental para crear la impresión de que el espectador está acudiendo a una
especie de ritual; es por los segmentos largos que se requieren para crear esta
sensación que algunos críticos no tan críticos consideren que los trabajos de
los Quay son aburridos. Por otro lado, este ritual y el trabajo en el inconsciente
del espectador crean la sensación del que el horror va en aumento, en Institute Benjamenta, “Can You Hear Me”, por
ejemplo, el horror lo provoca la identificación de elementos militares, en Day of the Dead es la imagen de un
doctor loco, y en Dog Door es la
representación de un aparente trance sexual.
El cine de
los Hermanos Quay es considerado cine de culto para los fanáticos del cine de
horror. Sus cortos han tenido una fuerte influencia entre los animadores y
diseñadores del siglo XXI. Para ver sus cortos no sólo hay que tener una mente
abierta y la intención de no dormir, también hay que tener paciencia.
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