Andrea González
El pasado diciembre falleció el compositor cinematográfico Wojciech Kilar. A sus 81 años, el músico polaco sucumbió al cáncer que lo aquejaba desde hacía tiempo. En su funeral se le homenajeó como a una de las figuras más importantes de la música europea y se reconoció su música como una importante aportación a la cultura occidental. Tras su deceso, el jefe de la Asociación de Compositores Polacos, Jerzy Kornowicz, declaró: "El poder y el mensaje de su música, así como el carácter noble de Wojciech Kilar como persona, permanecerán para siempre en mi memoria".
Lo cierto es que, a pesar de que no lo recordaremos por su vida personal, ya que evitaba la vida pública, su legado musical trascenderá tanto como las películas que contaron con su participación. Wojciech Kilar nació en 1932. Perteneció al movimiento vanguardista polaco de la década de 1960 y estudió música en las mejores escuelas de su país y en el conservatorio de Nadia Boulanger, en París. Su música clásica fue muy bien recibida y a partir de 1959, con su participación en la película Lunatycy, se dedicó a componer para grandes directores polacos, como Krzysztof Kiéslowski y Andrzej Wajda. Más tarde trabajaría con Francis Ford Coppola, siendo su trabajo en Drácula, de Bram Stoker uno de los que lo llevó a la fama, junto con Death and the Maiden, La Novena Puerta y El Pianista de Roman Polanski. Su música será una inspiración para los compositores cinematográficos y para los músicos en general.
Aquí les dejamos una muestra de su trabajo:
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