Andrea González
@kissmeorfuckyou
“La gente siempre ha celebrado lo macabro” decía una rubia y
voluptuosa bruja en el capítulo de hace dos semanas de American Horror Story. Es una afirmación curiosa: por un lado, el
terror nos remite a lo desconocido, lo oscuro, lo abominable; por otro lado,
mediante el terror solemos establecer una conexión entre lo que somos y lo que
ocultamos, lo que todos ven y lo que ni siquiera nosotros mismos nos atrevemos
a atisbar acerca de nuestro interior.
El
crecimiento exponencial del culto, no sólo hacia el terror, sino hacia el tema
de la fantasía en general, se ha intensificado en los últimos años. No sólo es
una situación de evasión o búsqueda de evasión por parte del público: es la
conformación de una nueva realidad y, al mismo tiempo, la aceptación de esa
oscuridad abominable que todos tenemos.
Justo en
este escenario, la Cineteca Nacional presenta por cuarto año el ciclo de cine
de horror Masacre en Xoco, en el que
se exhibirán del 26 al 29 de diciembre 17 filmes, dos cortometrajes y la cinta
clásica de E. Elias Merhige, Begotten,
musicalizado en vivo por la banda mexicana This-is-Hell.
En su conferencia de prensa, los realizadores declararon que diez de estas
películas serán exhibidas en formato de 35 mm., he hicieron hincapié en la
importancia de volver al cine en su concepción original, una precisión
necesaria para rendirle culto al arte de la imágenes en movimiento.
Así mismo y
como confirmación de la trascendencia de la muestra, este año habrá un país
invitado: Corea del Sur, actualmente uno de los mayores productores de cine de
terror, exhibirá entre otros filmes Sorum,
de Yoon Jong-chan. También se presentará el trabajo del cineasta argentino
Adrián García Bogliano y del mexicano Lex Ortega, quienes estarán presentes en
las exhibiciones de sus películas. Por último, el homenaje de este año estará
dedicado al cine pánico, subgénero de fundado por el dramaturgo Fernando
Arrabla, el pintor y actor Roland Topor, y el escritor y cineasta Alejandro
Jodorowsky, y que se caracteriza por la mezcla entre humor negro y tema gore.
Los
festivales de cine de horror que, como afirmaron los directores de la muestra,
cobran cada vez más fuerza debido a que este género catártico es transmitido de
generación en generación, son una importante oportunidad para expresar mediante
el arte el encuentro con la alteridad, y resulta muy satisfactorio que todo el
año tengamos la posibilidad de encontrar en cartelera al menos una película de
índole fantástico, especialmente en diciembre y especialmente de terror. ¿Será
que cada vez somos más los Otros? ¿O siempre hemos celebrado todos lo macabro
pero sólo lo hacíamos en nuestras funciones nocturnas… de cine?
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